¡Buenas! Me llamo Yi y estoy especializada en hacer traducciones de inglés a chino y de chino a inglés. Si estás buscando información sobre cómo hacer una traducción inglés a chino, o sobre cómo encontrar un traductor o cuánto deberías pagar, sigue leyendo y entérate de todos los detalles.
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Una cosa importante… ¿cuánto puede costarme una traducción de inglés a chino?
La traducción de un texto inglés a chino cuesta en torno a 0,12€ – 0.15€ por palabra. Puedes ir a la página de precios para tener más información en este sentido.
En el caso de traducir de chino a inglés, el precio es el mismo (por carácter), y además incluye el servicio de revisión ofrecido por un revisor nativo.
¿Cómo traducir un texto de inglés a chino con éxito?
Dado que el inglés y el chino pertenecen a familias lingüísticas diferentes, los dos idiomas son distintos desde el sistema de escritura hasta la estructura y las expresiones. Por esta razón, muchas veces resulta más difícil traducir entre el inglés y el chino que entre dos idiomas europeos.
Las dificultades de la traducción inglés-chino radican en la comprensión de los textos originales. Es importante el dominio del idioma original y el conocimiento del sector, y la interpretación en el idioma meta, que refleja la habilidad de traducción y la calidad del lenguaje.
Aunque el inglés sea una asignatura obligatoria en muchos países y casi todo el mundo cree que lo habla, la traducción requiere un altísimo nivel para entender precisamente el texto original. Cuanto más lees y escuchas, mejor entiendes. O sea, cuando dominas un idioma, estás familiarizado con su lógica, e incluso puedes adivinar correctamente el sentido de algo que nunca habías oído, sin necesitar deducir el significado palabra por palabra.
El extraño caso de la abreviatura que se convirtió en higo
A una persona que aprende una lengua con los libros, pero nunca se ha sumergido en ella, le suele faltar la intuición al leer y puede entender otra cosa. Por ejemplo, he revisado un manual de máquina industrial en el que la abreviatura “fig.” se tradujo como “higo”, que es “fig” en el inglés. Aparte de faltar la conciencia del contexto, el traductor no tenía un nivel adecuado de idioma, así como la función del punto para marcar las abreviaturas. Podemos decir que el dominio del idioma extranjero, o concretamente la comprensión correcta, es la base de la traducción.
El problema de las traducciones literales
En cuanto a la interpretación en el idioma meta, que suele ser tu lengua materna, diría que es un proceso de expresar la idea del texto original con tus propias palabras, respetando las reglas del idioma y el lenguaje del sector. Mucha gente piensa que si hablas dos idiomas ya sabes traducir, y eso no es verdad. Una persona sin experiencia tiende sustituir palabra por palabra, y como resultado, el texto no suena natural, como si hubiera sido producido por una máquina, o el idioma original “vestido” con otro sistema de escritura.
Diferencias en la estructura del inglés y chino
Un ejemplo es el uso de verbos, que es mucho más frecuente en el chino que en el inglés: en chino diríamos “ser padres no es fácil” en vez de “la paternidad no es fácil”. Asimismo, en chino preferimos frases cortas con menos conectores y nunca usamos frases subordinadas, sino solo adjetivos. En otras palabras, si una frase subordinada en inglés se parece a un árbol que extiende sus ramas, las frases en chino son más bien arbustos que se conectan de manera menos visible. Por lo tanto, cuando la frase subordinada es larga, no hay que embutirla en la frase principal, pues será poco natural (imagínate un arbusto con una única rama larga y gruesa) y difícil de entender.
Dificultades con diferentes tipos de textos
Si dominamos el idioma original, en este caso el inglés y sabemos cómo interpretar la idea en otro idioma de acuerdo con sus reglas, ya podemos manejar los textos generales. Sin embargo, muchas veces te toca traducir textos técnicos, jurídicos, comerciales, literarios, etcétera de los que te falta contexto.
Los mayores obstáculos para traducir estos tipos de textos son los términos y el lenguaje. Como no hay sinónimos directos en los dos idiomas, tienes que investigar y usar recursos disponibles, como leer textos de la misma temática en el chino (textos paralelos), para buscar equivalentes. Muchas veces un término corresponde a diferentes traducciones en diferentes sectores, por eso, no puedes simplemente coger una entrada del diccionario, sino verificar si el equivalente es un término aceptado en el sector.
Encontrando en estilo correcto de inglés a chino
El lenguaje también es algo que puede decir mucho sobre la calidad de traducción. Para que la traducción sea amena y natural, no solo tienes que respectar las reglas del idioma meta, sino también el estilo para un cierto sector. Para cumplir este objetivo, podemos imitar el lenguaje de los textos paralelos. Afortunadamente, como el inglés es el idioma mundial de esta época, podemos encontrar más recursos relacionados útiles para la traducción inglés-chino.
Además, los lectores potenciales también son algo que tienes que tener en cuenta. Por ejemplo, los textos comerciales y los libros infantiles suelen usar un lenguaje “íntimo” y simple, como si fuera la conversación entre los amigos, mientras las fichas técnicas requieren un lenguaje preciso.
Traduciendo una mala traducción: usar la versión original
También, un obstáculo que es molesto y gracioso al mismo tiempo es que muchos clientes te facilitan una traducción mal hecha en inglés para traducir a chino, en la que existen errores de “falsos amigos” o expresiones del idioma original que no tienen sentido en inglés. Y luego te toma mucho tiempo adivinar lo que quieren decir realmente.
Por ejemplo, según un manual que he traducido, tienes que meter el “documento” en el monedero de una máquina de autoservicio y sacar las cosas del tambor cuando terminas de girar. La frase no tenía ningún sentido y me surgió la idea de que habían cogido una entrada incorrecta de la palabra “note” del diccionario, que puede significar “billete” o “documento”, dependiendo del contexto. Además, el sujeto se suele omitir en el español, pero el Traductor de Google tiende a añadir un “usted” cuando trata del sujeto en la tercera persona, así que debería ser el “tambor” que gira en vez de “usted”. Por esta razón, siempre recomiendo a los clientes que usen la versión original para traducir a fin de asegurar la calidad, aunque el recuento sea un poco mayor.
Finalmente, aunque la cultura anglófona es la más influyente a ese momento, todavía existen vacíos culturales, sobre todo en sentido social, político y jurídico. Las prácticas comunes para solucionar este problema pueden ser traducir de manera explicativa, usar un concepto parecido en la cultura meta, e incluso omitirlo si no es significante.
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Clientes ingleses o americanos o proyectos en los que he trabajado
Como el idioma universal de esta época, el inglés también es muy utilizado en las organizaciones internacionales y empresas multinacionales fuera de los países anglófonos. Trabajo principalmente para los clientes europeos, cuyos encargos inglés-chino o chino-inglés pasan por guías turísticas o folletos de productos de lujo, o incluso proyectos tan variados como la agenda de la Unión Ciclista Internacional.
Entre todos los proyectos, lo que me gustan más son los textos que tratan de la historia, la cultura y el turismo, como la guía visual de la Concatedral de San Juan en la Valeta (contenido de pago), en la que se presenta la catedral, sus tesoros y la historia de la Orden de Malta. Había muchos términos arquitectónicos, regionales, históricos y artesanales muy concretos que presentaban obstáculos para la traducción, ya que muchas veces no hay equivalentes o solo existe en chino una palabra general (por ejemplo, un templo cristiano puede ser iglesia, catedral, basílica, capilla, colegiata, santuario o ermita, mientras en chino casi no se diferencia). Estos desafíos son fascinantes, porque aprendes al investigar y tienes que transmitir ese conocimiento a tus lectores.
En cuanto a la traducción de los textos de las organizaciones internacionales, te da más sensación de logro, pero también sientes más estrés por su importancia. Una trampa de este tipo de textos es que a veces los nombres propios o términos son bastante parecidos, como “European Council” (Consejo Europeo) y “Council of Europe” (Consejo de Europa), y puedes equivocarte si no prestas atención a los detalles. El lado bueno es que estos textos suelen disponer de las versiones en español y en francés y hablo estos dos idiomas, por lo que puedo verificar mi trabajo con otras versiones.
Por último, los clientes de productos de lujo también son importantes para mí. Emplean a menudo un lenguaje muy elegante y engolado para demonstrar la calidad y la tradición de sus productos, y tienes que reflejar esta sensación “clasista”, elegante y de buen gusto en la traducción.
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Estudios relativos al inglés y a la traducción entre esos dos idiomas.
Mi formación superior tiene que ver con el inglés: primero hice una licenciatura en Filología Inglesa y tras casi dos años de práctica intensiva de traducción, superé el examen de máster y fui admitida por el departamento de Traducción Inglés-Chino de una universidad de idiomas extranjeros muy prestigiosa en China. Trabajaba para algunas agencias de traducción durante el curso de máster y eso me ayudó mucho a la hora de conseguir el certificado para traductores emitido por el Ministerio de Recursos Humanos y Seguridad Social de China en 2012.
Después de mi graduación en 2013, vine a España para sumergirme en este idioma y hacer otro máster en la Traducción Inglés-Español en la Universidad de Salamanca. Las razones por las que elegí esta combinación en vez de Chino-Español era que quería seguir perfeccionando mi inglés y obligarme a usar solo estos dos idiomas con mis compañeros. En ese momento, puedo decir que he tomado la decisión correcta, ya que he desarrollado una intuición del inglés.
Si quieres saber más sobre mi experiencia, ve a la página donde te explico los proyectos en los que he trabajado.