Hola soy Yi y soy traductora de español a chino y chino a español y te cuento todo lo que necesitas saber para tener éxito a la hora de encontrar un traductor y conseguir el mejor resultado en tus traducciones de Español a Chino. Precio, proceso, características de los buenos traductores y grandes retos a los que nos encontramos a la hora de traducir de español a chino o de chino a español.
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Pero.. ¿cuánto cuesta una traducción de español a chino?
Normalmente para una traducción de español a chino el precio es 0,12€ por palabra de origen para textos generales y de 0,13 a 0,15€ para textos técnicos o jurídicos. Cuando hay más repeticiones, hay más posibilidad de descuentos. La traducción de un documento certificado suele ser 15€ – 25€ por página (menos de 300 palabras, entregada en formato Word).
En el caso de traducir de chino a español, el precio es el mismo (por carácter), y además incluye el servicio de revisión ofrecido por un revisor nativo.
¿Necesitas o no una traducción jurada cuando traduces de español a chino?
Hay dos supuestos dependiendo de para qué se va a usar el documento final para saber si necesitas una traducción jurada:
- Si la traducción se va a utilizar en China, no es necesario contratar a un traductor jurado, ya que las autoridades solo reconocen los documentos legalizados y traducidos por las notarías y sus agencias colaboradoras y esta figura de “traducción jurada” en realidad no existe.
- Si la traducción está dirigida a algún departamento gubernamental o universidad en la Unión Europea, aconsejamos que preguntes directamente a la entidad correspondiente si necesitan que sea jurada.
¿Cuales son las dificultades a la hora de traducir un texto de español a chino o de chino a español y cómo solventarlas?
Por un lado, como los dos idiomas pertenecen a diferentes familias, sus vocabulario, estructuras, expresiones y estilo no tienen nada que ver.
Traducciones literales
El gran error de muchos traductores es sustituir las palabras de un idioma por las del otro, y muchas veces el texto resultante no se entiende o falta la naturalidad, como si hubiera sido creado por una máquina. Por ejemplo, en chino no se usan oraciones subordinadas, sino frases cortas con menos conectores. En otras palabras, una frase con la palabra “que” en español es parecida a un árbol que se extiende sus ramas desde el tronco, mientras las frases en chino son como arbustos que se conectan de forma menos visible. Para que la traducción sea comprensible y suene bien, tienes que interpretar el sentido en tus propias palabras “olvidando” la forma del idioma original.
Falta de sinónimos de chino a español
Por otro lado, traducir a una lengua distinta significa que no casi hay sinónimos directos para facilitar el trabajo. Por esta razón, tienes que invertir mucho más tiempo en buscar equivalentes, así como investigar antes de traducir, leer los textos paralelos para familiarizarte con el lenguaje de un cierto sector y tener en cuenta los contextos culturales. En el caso de que te toque lidiar con un vacío cultural, lo más común es traducirlo de manera explicativa, reemplazando la idea con un concepto parecido en el idioma de destino o simplemente omitiéndolo si no es importante.
Uso de imágenes como ayuda
Cuando traduzco textos técnicos, a menudo encuentro términos muy específicos que nunca he visto en mi vida e incluso hay muy pocos resultados de búsqueda. En este caso, siempre busco sus imágenes y consulto con el cliente para tener una idea aproximada, y luego leo los textos de la misma temática en chino (textos paralelos) para ver si puedo encontrar el equivalente en chino. Si tengo suerte, lo verificaré con textos de otras fuentes y sus imágenes; si no, adivinaré cómo lo llamarían en chino y buscaré imágenes, hasta que me salgan las mismas fotos que los resultados de búsqueda del término en español.
La influencia del revisor en una traducción de chino a español
El último problema puede ser un poco sorprendente, pero muy común: las quejas del revisor. Generalmente el traductor y el revisor colaboran para conseguir la mejor calidad y los comentarios positivos y consejos de los revisores nos ayudan mucho. Sin embargo, sí existe un tipo de revisores no profesionales que prefieren reescribir tu trabajo (“cambios de estilo”) y dicen al cliente que no están contentos con la calidad del documento original.
Los motivos son varios: no les gusta el estilo de la traducción, justifican su tarifa de servicio con lo mucho que han cambiado, o simplemente intentan robar clientes de las manos del traductor probando que pueden hacerlo mejor. En realidad, los idiomas en sí mismos son extremadamente flexibles, ya que se puede expresar la misma frase en cientos formas, en este sentido, no es posible eludir todas las quejas. No obstante, las soluciones más frecuentes en el sector suelen ser explicar y probar al cliente en detalle que la traducción es correcta, mandar la traducción a un tercero profesional para valorar la calidad o limitar el plazo de reclamación.
¿Cómo asegurarte de que has encontrado un buen traductor español-chino? Profesionalidad y actitud.
En mi opinión, las dos cualidades que hacen un buen traductor son las competencias profesionales y la actitud. Las competencias constan de comprender y expresar correctamente el sentido del texto original teniendo en cuenta el contexto, saber usar los recursos para verificar cada término y usar un lenguaje adecuado, así como respetar las reglas del idioma meta para que la traducción suene natural y amena.
Profesionalidad y actitud
Como traductor profesional, nunca puedes poner cosas que te apetezcan, al contrario, es obligatorio investigar al traducir y verificar todo desde los nombres propios (personas, lugares, evento, etcétera) hasta los términos. Pongamos un ejemplo simple: un soporte en la maquinaria puede ser un estante, una base, una barra, un gancho o un elemento para sujetar el rodamiento, todo depende del contexto, y cada uno corresponde a una traducción diferente en chino. Puesto que en chino se requiere especificar, tienes que saber cómo es el soporte en vez de poner la palabra “apoyo” en tu traducción.
En cuanto a la actitud, me refiero a la voluntad de hacer un trabajo minucioso para conseguir el mejor resultado, de perfeccionar constantemente las competencias, de responder rápido y tratar al cliente con amabilidad, y de solucionar los problemas activamente.
Buscando un profesional
Si tienes que buscar un traductor, es también importante verificar su cualificación y experiencia profesional, ya que la traducción es un trabajo que requiere mucha profesionalidad:
- Lo ideal es encontrar a un profesional con título universitario en Traducción y amplia experiencia en los proyectos de tu sector.
- Si tu texto es altamente técnico, también es una buena idea contratar a un experto con chino en el sector, ya que sus conocimientos profesionales y familiaridad con el estilo de lenguaje compensan.
- Por último, pero no menos importante, un traductor competente y esmerado no va a ser muy barato, porque además de muchos años de formación y prácticas, solo puede traducir unas 300 palabras por hora y necesita pagar impuestos, cuotas y otros gastos. Los servicios de traducción baratos son a menudo ofrecidos por gente sin experiencia, o que usan software de traducción automática. En estos casos, la calidad es inferior y puede interpretar mal el significado del texto original. Como decimos en chino, “encarga las tareas profesionales a un profesional para conseguir doble resultado con la mitad del esfuerzo”.
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Mi experiencia como traductora de español a chino y chino a español
Desde pequeña, siempre he sido una apasionada por la lengua china, sobre todo las obras clásicas. Sentía que es algo que fluye por mis venas y quería enseñar a otras culturas. Para cumplir este sueño, hice una licenciatura en Filología Inglesa y un máster en Traducción inglés-chino. Durante esos años, practicaba intensivamente la traducción y empecé a traducir para agencias, así como como interpreté en varias exposiciones y conferencias.
Estas experiencias me ayudaron mucho en conseguir el certificado de traductora. Más tarde, vine a España e hice un máster en Traducción inglés-español en la Universidad de Salamanca. Hasta hoy, he trabajado para marcas muy conocidas de todos los sectores, desde el turismo hasta la maquinaria, pasando por la asistencia médica o la alimentación.
Si quieres saber más sobre mis clientes y experiencias puedes ir a mi página CV.
Clientes relevantes, problemáticas y cómo las superaste
Mis clientes finales son principalmente empresas multinacionales de diferentes sectores, como Iberia, British Airways, Fagor, Dufry, RIU o Inditex, porque tienen una demanda constante para vender sus productos a los clientes del mercado chino.
Como llevo mucho tiempo trabajando para ellos, ya conozco bien sus productos y hemos establecido una relación de confianza. Entre ellos, el cliente con el que más disfruto mi trabajo es Iberia, porque sus revistas trimestrales presentan las culturas tradicionales y los paisajes menos conocidos de España. Aunque traducir estos textos toma mucho tiempo, son fascinantes las diferentes facetas de una civilización que ha absorbido las influencias de tantas culturas y etnias y que ha conservado bien su patrimonio.
Los clientes más pequeños, como marcas de alimentos, oficinas de turismo, hospitales, bodegas, estudios de videojuegos o editoriales, también son agradables y sus productos son bastante interesantes, ya que generalmente están relacionados con nuestra vida diaria.
Tipos de documentos en los que tengo experiencia
Como había dicho en la respuesta anterior, estoy muy familiarizada con la traducción de folletos de productos y la localización de páginas web.
También he traducido cuentos para niños, cartas de restaurantes, certificados, revistas, manuales, agendas de organizaciones, etcétera. Mis especialidades son textos generales, turismo, alimentos y bebidas, cosméticos, moda, electrodomésticos, páginas web, documentación e historia.
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